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Con apenas 19 años, Marisa Galiana es ya un rostro popular en Japón. Su alter ego en la Red, Ruki Chan, le ha catapultado a un éxito inesperado en el extremo oriente. En apenas un año ha pasado de exhibir en YouTube sus propios vídeos musicales a editar un single en el mercado nipón.
El sueño de esta joven valenciana arrancó en 2009, tras ser seleccionada en un concurso de jóvenes talentos de pop en japonés. Para entonces, Marisa llevaba dos años subiendo sus propias grabaciones a internet, donde interpretaba, entre otros, temas de su ídolo musical Haruko Momoi.
Por eso cuando la cantante y compositora japonesa promovió a finales de 2009 una audición en internet para celebrar el décimo aniversario de su debut musical, Ruki Chan no dudó en presentar sus credenciales.
Las dotes musicales de Marisa impresionaron a más de 10.700 kilómetros de Valencia. En marzo de 2010 recibió la buena nueva. Era finalista. Junto a sus padres, hizo las maletas y partió en dirección a Tokio. Allí se sometió a una nueva audición, ante un jurado presidido por Momoi. Y venció.
Contra pronóstico, Ruki Chan, la única extranjera, se impuso a las otras tres aspirantes. Allí mismo grabó un single con dos canciones compuestas por su artista favorita. El 26 de junio de 2010, el disco salió a la venta en Japón. Aún hoy puede encontrarse tanto en tiendas físicas como en la Red.
De nuevo en España, Marisa compagina sus estudios de Bachillerato Artístico con conciertos para 'otakus'. En el último año ha actuado en Madrid, Barcelona, Valencia, Albacete, Castellón o Tarragona. Eso sí, admite que por el momento no puede vivir de la música. Aquí sus pegadizas melodías tienen menos salida.
Para esta promesa de la canción, el anime ha sido el mejor embajador de Japón en España: "Desde pequeñita me empezaron a interesar estas series porque los dibujos estaban mejor animados que el resto y las historias eran más atractivas".
Comenzó a cantar sus canciones en versión original sin saber una palabra de japonés. No importaba. Marisa asegura que no es tan complicado como parece. Además, siempre se puede aprender la letra.
Las series y el manga se convirtieron sólo en un punto de partida. Pronto Ruki Chan quiso saber más de la cultura, la historia y, por supuesto, el idioma de este lejano país. De hecho, lleva dos años estudiándolo. Su objetivo es regresar a Tokio para reanudar su carrera musical. Aunque, por si acaso, se matriculará en Diseño Gráfico.
El sueño de esta joven valenciana arrancó en 2009, tras ser seleccionada en un concurso de jóvenes talentos de pop en japonés. Para entonces, Marisa llevaba dos años subiendo sus propias grabaciones a internet, donde interpretaba, entre otros, temas de su ídolo musical Haruko Momoi.
Por eso cuando la cantante y compositora japonesa promovió a finales de 2009 una audición en internet para celebrar el décimo aniversario de su debut musical, Ruki Chan no dudó en presentar sus credenciales.
Las dotes musicales de Marisa impresionaron a más de 10.700 kilómetros de Valencia. En marzo de 2010 recibió la buena nueva. Era finalista. Junto a sus padres, hizo las maletas y partió en dirección a Tokio. Allí se sometió a una nueva audición, ante un jurado presidido por Momoi. Y venció.
Contra pronóstico, Ruki Chan, la única extranjera, se impuso a las otras tres aspirantes. Allí mismo grabó un single con dos canciones compuestas por su artista favorita. El 26 de junio de 2010, el disco salió a la venta en Japón. Aún hoy puede encontrarse tanto en tiendas físicas como en la Red.
De nuevo en España, Marisa compagina sus estudios de Bachillerato Artístico con conciertos para 'otakus'. En el último año ha actuado en Madrid, Barcelona, Valencia, Albacete, Castellón o Tarragona. Eso sí, admite que por el momento no puede vivir de la música. Aquí sus pegadizas melodías tienen menos salida.
Para esta promesa de la canción, el anime ha sido el mejor embajador de Japón en España: "Desde pequeñita me empezaron a interesar estas series porque los dibujos estaban mejor animados que el resto y las historias eran más atractivas".
Comenzó a cantar sus canciones en versión original sin saber una palabra de japonés. No importaba. Marisa asegura que no es tan complicado como parece. Además, siempre se puede aprender la letra.
Las series y el manga se convirtieron sólo en un punto de partida. Pronto Ruki Chan quiso saber más de la cultura, la historia y, por supuesto, el idioma de este lejano país. De hecho, lleva dos años estudiándolo. Su objetivo es regresar a Tokio para reanudar su carrera musical. Aunque, por si acaso, se matriculará en Diseño Gráfico.
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